Muchísimas personas consumen leche pensando en que de esa forma podrán palear los efectos de la pérdida paulatina de calcio, pero esto no es necesariamente cierto. De hecho existe un porcentaje significativo de la población mundial que tiene algún grado de intolerancia a la lactosa. Lo cierto es que el calcio no solo se encuentra en la leche y sus derivados. También podemos encontrarlo en un sinnúmero de alimentos naturales. Algunos ejemplos a tener en cuenta son· Algas y verduras especialmente de hoja verde como el brécol, repollo, apio.
· Cereales integrales como avena, arroz, cebada, trigo, etc.
· Cola de caballo la cual se toma en infusión y contribuye a conservar la masa ósea.
· Frutos secos como la almendras, avellanas, castañas, higos, pasas y cacahuetes.·
· Leches vegetales como las leches de arroz, avena, almendras, avellanas, sésamo o chufas. las cuales se pueden comprar ya preparadas, pero se puede elaborarla de forma casera
· Legumbres cocidas como los garbanzos, judías blancas y pintas, habas, soja, lentejas.
· Pescados azules como el bacalao, caballa, salmón, sardinas, angulas, langostinos y arenques frescos.
· Semillas como el sésamo, girasol y calabaza.
Como dato, dos almendras contienen el doble de calcio que un vaso de leche. Ideal para los niños, en mezcladas en un licuado de frutas por las mañanas para iniciar una buena jornada.
Una buena forma de evitar la pérdida natural de calcio, producto del sudor orina, etc, es tomar una serie de precauciones en nuestra alimentación diaria, como por ejemplo, evitar el consumo de azúcar refinada, que está presente en la gran mayoría de los alimentos procesados, como bebidas, galletas e incluso cereales, que se supone, son saludables. Esto es porque que en el azúcar se pierden la mayoría de los minerales y nutrientes necesarios para absorber el calcio.
El alcohol y tabaco también pueden acelerar la perdida de calcio por lo que es recomendable dejar de consumirlos, en especial el tabaco. La Cafeína al igual que la sal, aumenta la pérdida de calcio a través de la orina. La falta de actividad física, la vida sedentaria y las malas posturas, aumentan el riesgo de pérdida de calcio.
Por último, lo más recomendable es evitar en lo posible la leche y sus derivados. Puede parecer contradictorio, pero el consumo prolongado de leche, aumenta el riesgo de pérdida de calcio y aparición de osteoporosis. Se sabe que países industrializados, como Estados Unidos, consumen grandes cantidades de leche al año, pero, sorprendentemente, son también los países que registran los más altos índices de enfermedades asociadas a la perdida de calcio. Se investiga además la relación que tendría la leche con algunos tipos de cáncer.
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